Vito Catania, inmigrante italiano, más precisamente de Regalbuto, un pequeño pueblo de la provincia de Enna en la Región de Sicilia, llega a la Argentina y se radica en la ciudad de Rosario, al sur de la provincia de Santa Fe, junto a su familia.
Gracias a su gran deseo de triunfar y su afán emprendedor, a comienzos de la década del '40, continúa con la noble tradición de sus ancestros por las pastas caseras y decide ofrecerlas a sus nuevos vecinos del norte de la ciudad, emplazando su primer local sobre la Avenida Alberdi, en el Barrio de Arroyito.
Desde aquellos lejanos días y hasta hoy, el secreto de la pasta se sigue transmitiendo de generación en generación para proveer una distinguida calidad que rápidamente se instaló, no sólo en su zona, sino en toda la ciudad y alrededores.
A través de los años y a causa del crecimiento, para lograr una mayor funcionalidad a la hora de la manufactura, fue necesario mudarse a su actual locación, Avenida Alberdi 1051/53, muy cerca de su lugar original, donde los primeros clientes siguieron fieles y transfirieron el gusto por nuestras pastas a sus hijos y nietos.
Las maquinarias también fueron renovándose para estar a la altura de las exigencias del mercado y satisfacer a nuestros leales seguidores, acompañado de la continua modernización de toda la infraestructura del local, manteniendo desde los primeros momentos las máximas normas de higiene y salubridad y utilizando las mejores materias primas que es la única manera de conservar nuestra célebre categoría.
Estos cambios ayudaron a mantener la autenticidad de nuestros sabores y a incorporar nuevos productos, haciendo que las largas colas que decoraban las mañanas de domingo de la otrora sin pavimentar Avenida de 1950, continúen en estos días del Siglo XXI, donde las tecnologías y la acelerada vida cotidiana no puede opacar el regocijo de una acogedora reunión familiar con un plato caliente de Pastas Catania que con el pasar de las décadas conserva la calidad y prestigio de siempre.
